Tal vez te has preguntado más de una vez dónde nace la medicina natural, y más en concreto ciertas disciplinas como la Fitoterapia. La ciencia ancestral que emplea plantas medicinales para el cuidado de la salud se denomina fitoterapia.Por un lado te gustaría conocer cuáles son sus beneficios para la salud y su modo de complementarse con la medicina tradicional. Pero también tener una visión más amplia, adentrarte en su legado histórico y descubrir las primeras civilizaciones que supieron ver el uso terapéutico de algunas plantas por sus virtudes medicinales. Este post te acerca a ella. Desde que nació hasta su empleo en pleno siglo XXI.
¿Qué sabemos sobre esta ciencia natural que se deriva del griego “Phuton”, planta, y de “Therapeia”, tratamiento? Hablar de fitoterapia también significa hablar de otras ramas especiales integradas en ella, como la aromaterapia, a base de aceites esenciales. Y de esas otras terapias alternativas que pueden ser sus grandes aliadas para incrementar nuestra salud, como el masaje tailandés.

El nacimiento de la fitoterapia: la figura del chamán y la medicina egipcia

Durante el Renacimiento la Fitoterapia vivió una época dorada y nacieron los primeros herbarios.La definición del término fitoterapia como lo entendemos hoy en día empezó a utilizarse hacia el año 1865 de la mano del doctor Auguste Soins, denominándola oficialmente como la terapia que emplea plantas medicinales para la salud. Y a principios del siglo XX el doctor Henri Leclerc fue el responsable de popularizar el término entre el colectivo científico y médico. Sin embargo, no es menos cierto afirmar que esta ciencia es tan antigua como la propia humanidad y la aparición de las diferentes civilizaciones y culturas a lo largo de la historia. Desde que el hombre existe siempre supo recurrir a medios vegetales a su alcance para paliar sus dolencias, casi de una manera intuitiva y con un visión estrechamente unida a ritos mágicos y a la figura del chamán y el curandero. Y esta experiencia empírica sobre las plantas medicinales permitió dar paso a su posterior estudio científico.

Con la cultura egipcia la Fitoterapia alcanzó una visión más racional, como lo demuestra el descubrimiento de documentos que corroboraban el dominio y conocimiento de estas plantas. Por un lado el papiro de Ebbers (1500 a.c.) y por otro el papiro de Kaun (1900 a.c.). En la medicina tradicional China y en la cultura india también esta ciencia cumplió un papel destacado. El libro de medicina interna del Emperador, con más de 3.000 años de antigüedad, ya recopilaba plantas medicinales y su aplicación terapéutica, y a día de hoy se sigue considerando un valioso manual de consulta. Y en la India, los principios médicos del Ayurveda no se explican sin el empleo de plantas medicinales en su concepción holística de la salud.

De un modo similar, la cultura griega supo beneficiarse de los conocimientos acerca de las plantas medicinales heredados del pueblo egipcio. Tanto es así, que al parecer fue en Grecia donde nació el primer libro dedicado a esta familia y sus efectos, obra del médico Dioscórides. E Hipócrates mencionaba numerosas plantas medicinales en sus tratados como recomendaciones para combatir ciertas reacciones producidas con los alimentos en las personas.

La época dorada de esta ciencia

Siempre se ha entendido la Fitoterappia como una ciencia ligada a la medicina natural.La fitoterapia también vivió una época dorada, estrechamente asociada a la llegada de la imprenta durante el Renacimiento. Los textos sobre esta ciencia ancestral comenzaron a proliferar, recopilando estudios y tratamientos sobre plantas medicinales. Surgían también los primeros herbarios, concebidos como colecciones de variedades destinadas a estudios botánicos. Posteriormente, el nacimiento de la botánica experimental y el estudio de la fisiología de los vegetales daba pie a un aumento de las plantas con usos puramente terapéuticos.
Fue en el siglo XIX cuando se confirmaron definitivamente los principios activos en las plantas con fines curativos y benéficos para la salud, gracias al desarrollo de la química, la física y la fisiología. Por otra parte, la revolución industrial trajo consigo la preparación de los primeros medicamentos, y la aparición de los farmacéuticos, los principales encargados de manipular sus hojas y tallos.

A medio camino entre la medicina natural y la tradicional

Infusiones, aceites esenciales, cremas naturales, cápsulas, etc. La fitoterapia puede integrarse en nuestro día a día de diversas maneras.Habrá que esperar hasta comienzos del siglo XX para entenderla tal y como se la interpreta hoy en día: el tratamiento y prevención de dolencias mediante plantas y sustancias vegetales. Como apuntábamos al principio de este post, se le atribuye al doctor Henri Leclerc la autoría de su denominación para definir el campo de la medicina que comenzó a utilizar como medicamentos plantas medicinales. Desde entonces, esta ciencia enigmática ha estado vinculada tanto a la medicina natural como a la convencional, ante la evidencia científica de estudios que han desvelado la presencia de importantes acciones farmacológicas en ellas, utilizándolas a menudo como ingredientes esenciales para la fabricación de fitofármacos. Éstos son empleados con fines preventivos o de tratamientos de diferentes patologías, e incluyen en su composición extractos elaborados con la totalidad de una planta, o bien solo con algunos órganos.

SU PAPEL EN LA MEDICINA NATURAL. Es cierto que la Fitoterapia siempre se ha visto estrechamente unida a la medicina natural, como una integrante más de las disciplinas que quedan englobadas bajo ella. En realidad, a qué llamamos terapias alternativas nos lleva a descubrir un amplio abanico de prácticas sanitarias capaces de proporcionarnos bienestar y mejorar en gran medida nuestra salud con un enfoque alternativo a los tratamientos médicos convencionales. En este contexto, la Fitoterapia puede integrarse dentro de las terapias naturales basadas en el conocimiento biológico.

SU PAPEL EN LA MEDICINA TRADICIONAL. Sin embargo, esta ciencia también tiene cabida en la llamada medicina convencional, la mayoría de las veces como un tratamiento paralelo a ésta, idóneo para ser usado de forma conjunta y respetuosa. Incluso en ocasiones como métodos eficaces para contrarrestar efectos secundarios con quimioterapia. Tal y como apunta el Centro de Investigación sobre fitoterapia (INFITO) se trata de una opción terapéutica validada por numerosos estudios científicos y la experiencia positiva sobre millones de personas. Ahora bien, las plantas medicinales deben ser administradas y suministradas de una forma segura de la mano de profesionales de la salud. Aunque sus efectos secundarios son menores que los fármacos sintéticos, no son inocuos y de ahí la importancia de acercarse a ellos con todas las garantías. Estos fármacos a base de plantas naturales también son medicamentos y por tanto deben ser suministrados en farmacias o centros especializados si son dolencias moderadas. Y si son afecciones más serias, probablemente necesitarán una prescripción médica, además de saber si la persona toma otra clase de medicamentos y conocer cuál es su historial médico.

Las claves terapéuticas de la fitoterapia

La cultura egipcia ya hablaba de la fitoterapia en sus papiros para ensalzar sus virtudes medicinales.Por tanto, la fitoterapia puede ser una nueva aliada para cuidar nuestra salud con una filosofía más natural para prevenir, tratar, reducir o combatir dolencias y molestias comunes, experimentadas de forma habitual y que merman nuestra calidad de vida. Sus tratamientos son de gran ayuda para trabajar sobre síntomas de prácticamente cualquier enfermedad, si bien es cierto que con un concepto más holístico de la salud, pues siempre busca la causa de la dolencia y a continuación el remedio más propicio.

¿De qué plantas hablamos cuando pensamos en esta extensa y variada familia? Las más habituales son las especies vegetales y pueden ser plantas terrestres o marinas, aprovechando sus hojas, sus raíces y en ocasiones sus tallos subterráneos. Prácticamente, existe una planta medicinal para cada uno de los síntomas y patologías más frecuentes. Reforzar nuestro sistema inmunitario, superar la fatiga, adelgazar, aliviar los dolores articulares, favorecer un mejor descanso durante la noche, mejorar alteraciones digestivas, cardiovasculares, ginecológicas, etc.

Integrarla en nuestro día a día y beneficiarnos de sus principales cualidades curativas es una práctica sencilla porque existen diversas fórmulas para acceder a estas plantas. Siempre de la mano de una dieta sana y equilibrada. Desde bebidas saludables, como infusiones, a cremas naturales, baños, tinturas o aceites esenciales, y su administración en cápsulas: la modalidad más extendida y cómoda para facilitar su consumo y correcta posología, fáciles de encontrar en herbolarios y farmacias.

Las principales virtudes medicinales

Las plantas medicinas de la Fitoterapia mitigan síntomas de estrés, favorecen la relajación, combaten el insomnio y dolencias de otra índole.Los beneficios que es posible experimentar cuando confiamos en la Fitoterapia son variados y la mayoría actúan sobre dolencias bastante comunes. Acudir a sus plantas medicinales puede ayudarnos a mitigar síntomas de estrés y ansiedad, combatir estados de insomnio, favorecer la relajación, reducir problemas digestivos, hipertensión arterial, colesterol elevado, etc. Sin ir más lejos, en España, según indica el Centro de Investigación sobre fitoterapia, cuatro de cada diez españoles recurren a este tipo de plantas cuando necesitan conciliar el sueño. En este mismo sentido, la Agencia Europea del Medicamento no repara en aprobar el uso de preparados farmacéuticos con algunas de estas variedades, como la Pasiflora y la Amapola de California, según indica la Fundación Stivill Sueño.

La fitoterapia también es una de las terapias alternativas a contemplar como un tratamiento capaz de aliviar otros síntomas, como por ejemplo cuadros de fiebre, picores de garganta, dolores musculares y de articulaciones y crisis de tos. Aunque los problemas de toxicidad asociados a estas plantas son muy bajos, no debemos olvidar que hay que pensar en ellas como un tratamiento médico, aunque sea alternativo o complementario. Por tanto es importante respetar las cantidades recomendadas y poner en conocimiento de un profesional de la medicina el inicio de su administración. La razón principal es que algunas variedades vegetales pueden reducir la acción de ciertos medicamentos sintéticos, entre ellos los anticoagulantes. Y por el contrario, otros son susceptibles de incrementar sus efectos inadecuadamente.

Plantas medicinales más destacadas

De entre todas las plantas medicinales enmarcadas en la fitoterapia, existen algunas que destacan especialmente en el ranking terapéutico:
Pasiflora: es una de las plantas medicinales más beneficiosas por sus numerosas propiedades curativas, además de combatir problemas de sueño como el insomnio. Es una gran aliada para los estados de nerviosismo y situaciones de estrés, pero también podemos pensar en ella para disminuir la tensión arterial o mejorar problemas de circulación.
La fitoterapia mitiga los síntomas de estrés, favorece la relajación, combate el insomnio y previene dolencias de otra índole.Diente de León: esta planta perenne posee altas propiedades diuréticas y depurativas y es especialmente eficaz para eliminar o reducir residuos y toxinas de la sangre, como el colesterol. Además de ser muy beneficiosa para infecciones en la piel. Podemos introducirla en la dieta alimenticia habitual como alimento, o bien en modalidad de comprimidos.
Menta: son muchas las virtudes medicinales que se encuentran en ella. Ante todo es una buena protectora del sistema respiratorio, y por tanto se recomienda para resfriados y crisis de asma. Pero también se han descubierto en ella propiedades para relajar los músculos cuando están en tensión.
Manzanilla: el uso de esta planta medicinal está bastante generalizado por su acción tranquilizante y porque se reconocen en ella propiedades antibacterianas, antialérgicas y antiespasmódicas. Pero tal vez se desconozcan de ella otras propiedades no menos importantes, como su capacidad para tratar psoriasis, eczemas, inflamación de encías y dermatitis del pañal.
Salvia: las dolencias asociadas al reumatismo y los dolores musculares pueden reducirse o sentirse aliviados con esta planta, también recomendada ante cefaleas, infecciones bacterianas y problemas digestivos.

El masaje tailandés: una valiosa terapia complementaria a la fitoterapia

Otras terapias alternativas, como el masaje tailandés, pueden ser un eficaz tratamiento complementario de la fitoterapia.Junto a una terapia natural como la fitoterapia, es todo un acierto recurrir a otras terapias alternativas como un complemento enriquecedor para descubrir nuevos beneficios no solo físicos, también mentales y emocionales. En busca del equilibrio adecuado. En concreto las denominadas de manipulación corporal son la mejor experiencia para apreciar los beneficios del masaje sobre la mente, tal y como ocurre con el masaje tailandés. Nuestra Escuela Art Thai Massage en Madrid proporciona, dentro de su oferta de servicios genéricos, el masaje tailandés, con la singularidad de ser aplicado de una forma pura y auténtica. Tal y como se aplica en Tailandia, pues somos sede de la prestigiosa escuela tailandesa Nuad Boran, con idéntico profesorado y plan de estudios.

Otra vía a explorar para acercarnos a la medicina natural son nuestros seminarios genéricos y talleres de nuestra escuela de terapias alternativas en Madrid, principalmente orientales. Son perfectos para vivir un acercamiento más académico sobre técnicas milenarias que fomentan el bienestar físico y mental del individuo. En nuestra web se encuentra información más detallada sobre su programación y horarios.