Alimentación y salud son dos conceptos que siempre van de la mano… Por eso queremos darte los mejores consejos de los nutricionistas para que notes realmente un cambio en tu calidad de vida. La alimentación saludable se transmite de padres a hijos, y responde en gran medida a las tradiciones de cada lugar. Pero si no le ponemos freno, perdemos irremediablemente la tradicional dieta mediterránea en favor de la poco recomendable comida rápida. La cuestión es: si realmente todo invita a comer platos precocinados y alimentos procesados para variar sus características naturales y prolongar su duración, cómo se pueden compaginar alimentación y salud en el día a día…
La alimentación para la salud y bienestar tiene varios pilares básicos, que voy a tratar de desgranar aquí a modo de recomendaciones, relacionando nuestros actuales hábitos alimenticios con los que deberíamos adoptar definitivamente. Mejorarás mucho tu alimentación siguiendo estos 5 consejos básicos que no te será difícil incorporar en tu vida diaria…
5 ideas para mejorar alimentación y salud
- Reduce el consumo de azúcar.
El azúcar de la comida procesada es uno de los mayores peligros a los que nos enfrenta la industria alimentaria hoy día. No sólo es nefasta para mantener la línea y para múltiples procesos del organismo, sino que, además, y esto no es muy conocido, nos envejece al bloquear la producción de colágeno de la piel. Pero, ojo, también hay que prestar atención a los azúcares de determinados alimentos como el maíz, los plátanos, las patatas y los guisantes, cuyo consumo debe ser muy moderado. Echa un vistazo a las tablas de índice glucémico de la Fundación Diabetes para mejorar tu alimentación y salud, entendiendo mejor el concepto. Cuanto menor sea el IG de la mayoría de alimentos que tomas en el día, mejor para tu salud y bienestar. - Cambia el café por el té o las infusiones.
Una sola taza de café puede, según varios estudios, elevar la hormona del estrés, llamada cortisol, de forma inadecuada, intoxicando las células cerebrales, descalcificando los huesos y dejando en mínimos nuestro sistema inmune. También aumenta el nivel de azúcar en sangre, haciendo que el exceso de calorías se acumule en forma de grasa. - Limita la ingesta de carbohidratos de rápida absorción.
Los carbohidratos son de dos tipos: los de rápida absorción (pasta, arroz, pan blanco y bollería) y los de absorción lenta (fruta, verduras y cereales integrales). Los primeros deben reducirse, y ser ingeridos a primera hora de la mañana o después de la actividad física intensa. Los segundos se puede comer a lo largo del día. - Haz más comidas, pero más ligeras.
La razón es sencilla. Hacerlo así mantiene tus niveles de azúcar en sangre mucho más estables e impide que te des un atracón en la siguiente comida. Además, estimulas la producción de masa muscular. Si tomas un snack ligero cada 3 o 4 hora, los niveles de glucosa se estabilizan. Pero-¡ojo!- cada comida ligera debe incluir siempre 3 tipos de alimentos: proteína magra (carne o pescado, incluso lácteos), hidratos de carbono de ingestión lenta (fruta o verdura) y algún ácido graso esencial (aceite de oliva o frutos secos saludables como las nueces). - Evita las grasas dañinas ocultas en los alimentos.
La comida procesada está hecha con aceites baratos que dañan la salud, como los aceites de palma, coco y palmiste. Pon atención en los ingredientes, pero sobre todo evita cualquier comida que venga en caja de cartón, bolsa o similar, porque tiene muchas «papeletas» de ser comida-basura, llena de calorías inútiles y nutricionalmente pobre.
Introduce paulatinamente estos nuevos hábitos en tu vida, y verás la diferencia en muy pocas semanas ( a veces, incluso en poco más de un mes…). Por supuesto, hazlo sólo si no tienes ninguna indicación médica en contrario y eres una persona sana. Estoy deseando que nos cuentes lo que has notado:) Puedes hacerlo aquí abajo, en comentarios.